Ya sea vapear, fumar cigarrillos, consumir drogas, beber alcohol o cosas por el estilo, existen muchas razones sociales, de salud física y mental para decidir dejar un mal hábito.
Una vez que tengas claro tu motivo, querrás decidir el momento para hacerlo. Elige una fecha para comenzar. Idealmente, debe elegir un momento en el que no estés bajo mucho estrés adicional. Así que, no lo hagas durante los exámenes finales o la semana de la boda de tu hermana.
Aún así, el estrés puede llegar en cualquier momento, por lo que si estás esperando un momento en el que no estés estresad@, es posible que esté esperando para siempre. En ese caso, elige un día que te resulte significativo.
En tercer lugar, considera si tiene sentido para ti dejar el mal hábito de golpe o hacerlo de manera más gradual. Vale la pena señalar que aquell@s que dejan de fumar de golpe suelen tener más éxito y que, si eres muy dependiente, es posible que debas dejar de fumar con la ayuda de un/a profesional médic@.
En cuarto lugar, es mejor obtener todo el apoyo que puedas. Hazles saber a quienes están más cerca de ti que planeas dejar ese hábito. Pídeles su apoyo para no usar sustancias a tu alrededor. Díles tu razón personal para dejarlo. Por ejemplo, “Mi tío tiene cáncer de pulmón y no quiero terminar así”.
Quinto, piensa en tus principales factores disparadores (o señales). Para ti, podrían ser un disparador emocional (como cuando te sientes aburrid@ o abrumad@). O puede ser situacional (como durante un descanso en el trabajo). O puede ser social (ver a tus amig@s hacerlo). O podría ser cuando sientes síntomas de abstinencia.
Sexto, una vez que estés consciente de tus factores disparadores, elabora una estrategia para ellos. Haz una lista de cosas que puedes hacer cuando tienes antojos. Algunos ejemplos: busca apoyo, practica la respiración profunda, medita, camina o haz ejercicio, juega algo.
Séptimo, si tienes un resbalón, no dejes que descarrile todo tu progreso. Un resbalón no es una razón para rendirse por completo. Recuerda lo lejos que has llegado.
Y, por último, está bien y es totalmente común necesitar ayuda profesional. Hablar con un/a profesional de la salud, comunicarse con un/a terapeuta o llamar a una línea de ayuda son excelentes maneras de ayudarte a alcanzar tu objetivo.
Dejar un mal hábito puede ser difícil. L@s que dejan lo logran con éxito por lo general dicen que valió la pena el desafío. Y no tienes que hacerlo sol@. Busca apoyo. Creemos que puedes hacer esto.